La Secretaría de Estado de Memoria Democrática, junto con el Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso, Patrimonio Nacional y la Sociedad Castellarnau llevan a cabo la conmemoración del 187 aniversario de «La Sargentada» de La Granja de San Ildefonso, el pasado 13 de agosto.
Conmemoración de «La Sargentada» de La Granja en el 187º aniversario del restablecimiento de la Constitución de 1812. Real Sitio de San Ildefonso, Segovia (España), domingo 13 de agosto de 2023
El Motín de la Granja de San Ildefonso o Motín de los sargentos de la Granja fue una sublevación que tuvo lugar la noche del 12 al 13 de agosto de 1836, durante la Regencia de María Cristina de Borbón. Un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia del Palacio Real de la Granja, donde se encontraba la Regente con su hija Isabel, obligaron a Maria Cristina al restablecimiento de la Constitución de 1812 y al nombramiento de un gobierno liberal progresista presidido por José María Calatrava con Juan Álvarez Mendizábal de nuevo en la cartera de Hacienda.
En esta edición de «La Sargentada 2023», la Secretaría de Estado de Memoria Democrática (Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática) en colaboración con el Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso, Patrimonio Nacional y la Sociedad Castellarnau, ha llevado a cabo una serie de actos conmemorativos presentados por Elena Marquínez. Entre ellos destaca un acto institucional a mediodía en el Ayuntamiento con la lectura del pregón a cargo de Nicolás Sartorius, intervención del Secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y una ofrenda de coronas de laurel en memoria de los sargentos acompañada por los himnos liberales, la Marsellesa, el himno de Riego, y el himno Nacional de España, tres himnos que se han convertido en excepcionales símbolos acústicos de nuestra memoria democrática.
El mismo domingo, 13 de agosto, se realizó un acto festivo a las 21.00h, con la representación de guiñoles «El sargentillo valiente» en el Patio de la Herradura del Palacio Real de La Granja. Una divertida comedia que narra los hechos acaecidos a través de sus protagonistas y un sargentiillo valiente, aunque inesperado, que en clave de humor nos adentra en este episodio histórico, acompañado por el coro de La Granja dirigido por Javier Lázaro, autor de los temas musicales.
La consecuencia más importante del levantamiento de La Granja fue la derogación del Estatuto Real y el restablecimiento de la Constitución de 1812, con la entrada en vigor de las leyes y decretos promulgados al amparo de dicha Constitución durante el Trienio Liberal. Durante esta breve etapa de la historia de España, entre el 13 de agosto de 1936 y la promulgación de la constitución de 1937, se produjo la abolición definitiva del Antiguo Régimen en España y se afianzó el proceso de la consolidación del liberalismo.
Se ha conmemorado un acontecimiento singular de la historia de España que supuso el restablecimiento por tercera vez la Constitución de 1812 y las libertades constitucionales en ella recogidas. Los protagonistas fueron un grupo de aguerridos sargentos que, sin derramar una sola gota de sangre, estuvieron apoyados por los vecinos del municipio que no dudaron en arropar el restablecimiento de la Constitución bajo el grito, una vez más, de «¡Viva la Pepa!».
Vídeo del guiñol “El sargentillo valiente”
Galería fotográfica del acto institucional
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El nacimiento de una patria
I.- Alcalde, Secretario de Estado, delegada del gobierno, representantes de la Asociación Castellarnau, vecinas y vecinos de la Granja de San lldefonso, amigos todos. Me he permitido titular este pregón como el del “Nacimiento de una patria” y dice así.
El 19 de marzo de 1812, en el Oratorio de San Felipe Neri, en la Ciudad de Cádiz, en plena Guerra de la Independencia, el ilustre prócer D. Agustín de Argüelles, al aprobarse la Carta Magna, se subió a la tribuna y dijo : “Españoles ya tenéis patria”. Con esas memorables palabras inauguró una nueva concepción de lo que, muchos años después, el gran filósofo alemán Jürgen Habermas llamó el “patriotismo constitucional”, del que reconozco soy devoto. Es decir, sin Constitución, sin libertad y democracia, no hay patria. Sólo existe una masa de súbditos sin derechos, sometidos al tirano de turno. Ese ha sido el constante empeño de la parte más combativa y lúcida del pueblo español durante más de dos siglos: construir una patria fundada en la libertad y la democracia, es decir en la Constitución.
Es lo que comprendieron y ejercieron aquella memorable noche del 12/13 de agosto de 1836, hoy hace 18-/ años, los sargentos del cuartel del Pajarón, en la Granja de San Ildefonso. Después del recorrido por la puerta de Segovia, la plaza de los Dolores y el Medio Punto se presentaron, educadamente, ante la Reina gobernadora María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII y madre de la menor Isabel II, y le exigieron la proclamación inmediata de la Constitución de 1812, popularmente llamada la Pepa. Es emotiva la respuesta de uno de los sargentos cuando un centinela le preguntó: “Qué vas a hacer?” y le respondió: “hacer jurar la Constitución a la reina y luego morir por la libertad en Navarra”. Y la reina firmó el decreto que decía:” Como Reina gobernadora de España ordeno y mando: que se publique la Constitución política del año 1812”. Volvíamos a tener patria. Aquellos sargentos, surgidos del pueblo, Alejandro Gómez, Higinio García y tantos otros, interpretaron fielmente el sentir de la mayoría de la nación española, cuando se iba generalizando el levantamiento de las provincias, en favor de la constitución del 12. Ellos venían derramando su sangre, en pésimas condiciones, frente a la reacción carlista y, sin embargo, se les negaba el pan- la soldada- y la libertad. Unos sargentos que acudieron al Palacio al son del himno de Riego, en honor de Rafael del Riego y Flórez, un heroico y trágico antecedente en esta permanente lucha por la libertad. Riego, 16 años antes, a la sazón teniente coronel, se alzó el 1 ° de enero de 1820, en Cabezas de San Juan, con el fin de restablecer la Constitución del 12, que el Rey felón Fernando VII había abolido en 1814. En efecto, con la ayuda de la reaccionaria Santa Alianza europea, encabezada por el duque de Angulema, se restableció el absolutismo y el ilustre militar español acabó en el cadalso en la plaza de Cascorro de Madrid.
II.- Como ocurriera a la muerte del dictador más reciente, el 20 de noviembre de 1975, se intentaron reformas cosméticas, con el fin de impedir la conquista de la verdadera democracia. También entonces- todo tiene sus antecedentes- a la muerte de Fernando VII, la reina Regente y sus secuaces de la Corte concedieron el llamado Estatuto Real, un sucedáneo de Constitución. Un Estatuto Real que fue barrido por la patriótica acción de los sargentos de la Granja, que tuvieron que sobreponerse y superar engaños, amenazas y difamaciones- es viejo el origen de las actuales “fake news”-, como les suele ocurrir a todos los que intentan abrir nuevas avenidas de progreso, libertad y avances sociales. Se dijo que estaban comprados por el oro de los ingleses, que actuaban ebrios de vino, cuando la realidad fue que consiguieron sus objetivos sin necesidad de cortar las cabezas regias, a diferencia de los franceses con Luis XVI y María Antonieta. Una cosa más que les tienen que agradecer a aquellos esforzados mílites. Porque la realidad es que hubo una gran fiesta en la Granja, una explosión de alegría, como siempre que se conquista la libertad.
III.- Los sargentos de la Granja son, sin duda, los herederos de los constituyentes de Cádiz, del himno de Riego, pues no deberíamos olvidar que aquella Constitución, avanzada para su tiempo, sirvió de inspiración a múltiples Cartas Magnas en Europa y las américas hispanas, a las que la acción de Riego ayudó a liberar de un dominio colonial que, a juicio del eminente político y economista Flórez Estrada, fue de una incompetencia abismal. Así pues, la llamada Sargentada , que yo calificaría de levantamiento patriótico de los sargentos de la Granja, se sitúa en una línea histórica que se extiende desde los Comuneros de Castilla- con el segoviano Juan Bravo-, los ilustrados, la guerra de la Independencia, Cádiz y Riego, continua con la Gloriosa de 1868, la Iª y IIª repúblicas y culmina, con evidente sentido libertador, en la actual Constitución de 1978, fruto del empuje social, especialmente de los trabajadores de todas clases, y del consenso. Una Constitución que, por cierto, cancela la era de las guerras civiles y de los 50 años de dictaduras del siglo XX. Termina tan satisfactoriamente que es una de las más avanzadas de Europa, cuando define a nuestro Estado como social y democrático, pues no sólo reconoce libertades individuales sino también derechos colectivos. Por eso, cuando uno se sumerge en la lectura de la gesta de los sargentos de la Granja Ilega a la conclusión de que en los anhelos de aquellos esforzados y modestos soldados estaban los gérmenes de las mismas aspiraciones que la de aquellos millones de españoles y españolas que, 142 años después, conquistamos la Constitución de 1978.
Concluyo este pregón, en conmemoración de aquella gesta, reconociendo el mérito de los que han mantenido su recuerdo tantos años y señalando que el pueblo del Real Sitio de la Granja de San lldefonso puede estar bien orgulloso de haber acogido a aquellos sargentos y haber sido el escenario de uno de los acontecimientos que vale la pena recordar de nuestra historia.
Nicolás Sartorius, la Granja de San Ildefonso, 13 de agosto de 2023.
Galería fotográfica del vino (español) y aperitivo
Galería fotográfica del guiñol el Sargentillo Valiente
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Fotos: Claudia Schaefer.
Diseño: Claudia Rodríguez.
En el siguiente pdf tienes un resumen de todo lo que aconteció.